15 gramos de levadura fresca o una bolsa de levadura de pan deshidratada
300 gramos de harina de fuerza (también puedes usar harina normal, aunque mejor)
1 cucharadita de moca salada
Preparación
Agrega agua y aceite al vaso. Programamos 30 segundos, temperatura 37º y velocidad 1.
Agregue la levadura y revuelva hasta que 5 segundos, a velocidad 4.
Agrega la harina y la sal. Programamos 1 minuto, el vaso se cierra y la velocidad aumenta. Observamos la textura de la masa: debe ser elástica y suave, pero no pegarse a los dedos. Si se te pega, agrega un poco de harina y programa 30 segundos, vaso cerrado, aumenta velocidad. Si ves que la masa está muy dura y poco elástica es porque no tiene agua. Entonces, agregamos un poco (muy poca) de agua tibia y colocamos 1 minuto en un vaso cerrado y aumentamos la velocidad.
Siempre que queramos, retiramos la masa del vaso y formamos una bola con las manos. Ponemos la masa en un bol de vidrio o plástico, tapamos con un paño de cocina para calentarla, la dejamos reposar y doblamos su volumen en un lugar cálido sin corrientes de aire (puedes meterla en un horno o microondas apagado y dejarla en menos 30 minutos).
Como viste en los ingredientes, es muy, muy importante escurrir bien todos los ingredientes, porque de lo contrario soltarán agua durante la cocción y ablandarán demasiado la masa.
Repartimos la masa con un rodillo o con las manos. Unte una bandeja para hornear con aceite de oliva y espolvoree con harina. Pon la masa encima.
Agrega el tomate picado con una cuchara y espárcelo muy bien. Espolvorear con sal y rociar con aceite de oliva.
Corta la mozzarella en rodajas y ponla encima dejando un hueco entre ellas (para que cuando se derrita se esparza bien). Espolvorear con sal.
Ponga encima las aceitunas, el tocino y el jamón. Rocíe con orégano y rocíe con aceite de oliva.
Con horno precalentado a 230º, ponemos la bandeja de horno en el nivel 1 y, si tenemos función de ventilador, la ponemos. Tendremos un poco 12 minutos… Asegúrese de que no se queme desde el fondo.